Desvaríos ligeros y otros más profundos

15 de noviembre de 2013

Conexión interdimensional

Posted by with No comments
Hola, soy yo de nuevo, una de los millones de personas que tiene fe solo cuando las cosas no pueden salir peor. Es que me he desengañado tanto, todo lo que he conseguido lo he ganado -creo- y me ha costado. He tenido golpes de suerte, de mucha suerte. Otras veces han sido tales que han parecido milagros. Ahí, justo ahí, creo. Porque ya no tengo nada que perder. Maldita conciencia que me repite que terminaré en el infierno, maldita educación. La realidad tiende a ponerse cada vez más cruel cuando quieres que alguien te diga que todo va a pasar. Lo bueno: Ya me lo han dicho. Lo malo: Aún no pasa. Y a veces solo miro por mi ventana cuando el sol se empieza a ocultar y mi perro viene a hundir sus narices en mis botas, ya no puedo evitarlo y lloro un poco porque si no se me va a notar en los ojos. Después, vuelvo en mí y trato de convencerme de que algo bueno saldrá de todo esto, aunque sinceramente, no le veo nada rescatable a esto que se pudo evitar. Buscar culpables no solucionará nada, ¡pero si igual no hay solución! Que se acabe todo lo que tenga que acabar porque esto está consumiéndome y esto no es vida para nadie aquí. Si me oyes, si recuerdas que no soy una de las que no son nadie, ayúdame porque solo alguien que no es de esta naturaleza podría hacerlo.