Desvaríos ligeros y otros más profundos

21 de diciembre de 2012

No sé

Posted by with No comments
A veces no sé. No sé si me quedo sin ideas o no sé cómo empezar a hablar. Quizá sea el miedo a que se me quiebre la voz mientras lo hago, pero en algunas ocasiones prefiero solo callarme y dejar que los pensamientos naden libres en mi cabeza y que se entiendan, que se las arreglen. La incertidumbre de un mal es atroz: mirar a alguien y no saber cuánto tiempo estará vivo es perturbador. 

Por más que a veces me saque de quicio, la quiero. No sé cómo, pero la quiero y a mares lloré cuando supe que el cáncer se podría llevar a alguien que quiero, así como ya lo hizo una vez. Impotencia, miedo, coraje y resignación, no sé, a veces todo junto, aunque sea por muy poquito tiempo. La veo igual, idéntica, pero no sé cómo estará en unos meses. Sigue igual, exactamente igual en su trato: me desespera, me pregunta, se responde sola y ríe, burlona como siempre, indiferente con lo que le pasa, y una vez más, no sé si no lo acepta o no le importa, tal como nada le ha importado nunca.  

Este escrito está tan incompleto como incompleta mi cabeza ahora, así que no sé. A seguir, nada más.

20 de noviembre de 2012

Esta constante metamorfosis

Posted by with No comments
¿Cuántos? Diecisiete, por ahora. Algún día me miraré al espejo y no luciré igual, algún día tendré cincuenta años, las arrugas ya serán notorias en mi rostro (y espero que ligeramente), no me habré arrepentido de nada y seré feliz, tan feliz o quizá más de lo que soy ahora. No me gusta aferrarme a cosas pasajeras y por ello en estos días he pensado mucho en las frivolidades en las que he caído últimamente: mi propia apariencia y la opinión de los demás. Quien te diga que no le importa lo que digan los demás sobre él, miente. Miente descaradamente porque siempre hará cosas para mostrarse independiente y libre, pero lo que en realidad hace -creo yo- es demostrarles a los demás hasta dónde puede llegar. 

Bien, sí me importa lo que piensen los demás de mí, no al punto de dejar que los demás guíen mis acciones -¡gracias por afianzar mi voluntad, papá!-, pero vivimos en sociedad, ¿no? Alguien te da de comer, alguien te quiere, alguien vive al lado de tu casa, y así el estado inminente sea el de guerra, has de tener una mínima consideración con ellos. Y ellos, deberían tenerla contigo porque, para bien o para mal, estamos rodeados de gente, aunque a veces nos sintamos muy solos.

El punto es que, desde pequeña, traté de destacar, no sé si por mi carácter o para probarme algo que aún no logro comprender, pero hacer las cosas me hacía sentir completa, le daba sentido a mi vida. Lo que quisiera hacer, lo hacía y lo hacía bien, y creo que así es como mi perfeccionismo me permitió lograr mucho. Esta misma característica mía, ya en crisis -una etapa de mi vida ya superada- fue la que me privó de darme la oportunidad de equivocarme. "Tú crees que no te puedes equivocar, pero no es así. Todos nos equivocamos", "Te exiges mucho a ti misma y no eres así con los demás", "Anda, tú nunca pierdes, lechera"... ahora que lo pienso bien, le tenía pavor a equivocarme, y los demás no me ayudaron mucho, sino ya casi al final. Cuando ya hube salido de ese momento, era distinta a lo que solía ser. Me sentí mejor, pero, otros fantasmas aparecieron revoloteando de nuevo. Pese a cómo solía ser, para mí lo más importante era el corazón de una persona y eso se aplicaba también conmigo: quería tener un bello corazón. No me interesaba ser la más bonita, ni la más flaca: quería que la gente me estimara por algo más sublime que percibieran en mí. 

En los últimos tiempos mi pensamiento, ahogado por las ideas propias de mi edad, fue virando hacia el abismo acartonado. Ese abismo propio de la gente irritable que solo sabía observar con los ojos porque no tienen corazón. "Maldita sea, me estoy volviendo una idiota". ¿A dónde se había ido mi yo sensible?, ¿a dónde habían ido a parar mis valoraciones sobre la gente que valía la pena?, ¿por qué estaba tan ensimismada en mi apariencia? El cambio había sido solapado, pero, por fortuna, siento que me di cuenta a tiempo y lo estoy combatiendo, y ahí sigo.

"Lo esencial es invisible a los ojos"- Antoine de Saint-Exupéry

Voy por comida, adiós.

14 de noviembre de 2012

Madrugada

Posted by with No comments
Eran casi las dos de la mañana. Sí, una de esas madrugadas en las que tus padres se quedan dormidos de tanto pedirte que apagues la computadora y tú, obviamente, con una sonrisa de alivio, aprovechas la vastedad de ese universo llamado Internet. A veces una no debe meter las narices a donde no la han invitado y eso me pasó aquel día, cuando el ambiente era el ideal para que no fuera un sábado más -de hecho, ya era domingo, pero aún formaba parte de mi primer día libre en la semana- y no pensaba irme a dormir sin haber  hecho algo por gusto y no por deber, como los mil informes que acababa de terminar. Allí estaba yo, en el sofá, leyendo cuanto artículo se cruzara en mi camino, o al menos, cuanto cruzara por mi campo visual: de link en link. Ocurre que tengo una fascinación increíble por cosas que no puedo explicar, pero de la mano con esta obsesión, camina mi susceptibilidad. Paradójico, ¿no? ¿Enfermizo? No tanto.

La web a esas horas suele cambiar y yo no quería toparme con nada que me impidiese dormir por semanas enteras, pero empecé a ¿infiltrarme? Lo llamaría así si el acceso me hubiera sido restringido, mas la tuve fácil. Sé de la existencia de esa muchacha desde hace no más de dos meses y su hermetismo combinado con la dosis exacta de siempre saber qué decir y nada más que eso me sorprendían. "Ojalá se me ocurrieran alguna vez cosas así", pensé en algún momento, así que emprendí mi búsqueda de más. De esta manera, con la ayuda del efectivo Google descubrí una página enteramente dedicada a lamentos y peticiones en nombre del alma de la chica, con fotos y todo, maldiciendo a quienes habían acabado con su vida brutalmente. La página dedicada a ella era del año pasado... y su blog se actualiza cada semana. "¡Ah!, ¡Dios, Dios, Dios!", exhalé y sentí escalofríos, "¿En qué me he metido?". Hasta me pareció que algo se movía en el piso de arriba. Pensé en miles de posibilidades y aunque mi espalda suplicaba por un buen descanso, me costó trabajo quedarme dormida. Cualquiera sea la verdadera historia, no me devolverá mi noche de sueño.

11 de noviembre de 2012

Posted by with No comments
A veces temo preguntar cosas obvias. Otras veces temo respuestas. Pero también temo que teman darme sus respuestas.

Transparencia.

7 de noviembre de 2012

Posted by with No comments
Una canción aparece en tu mente, lo recuerdas y la empiezas a cantar. La gente te mira y busca tus auriculares... no están. Lo tuyo viene del corazón.

4 de octubre de 2012

Posted by with No comments
Dedos helados, el corazón estrujado y una mueca torcida. El vacío vuelve ocasionalmente. No soy la única que lo ha sentido. Estás vacío, pero en paz, es un vacío que no necesitas llenar. Pero quieres. ¡Dispárame! Dispárame algo de vida, levántame con una sonrisa porque a veces yo sola no me puedo parar. Algunos nacemos con la inhabilidad de bloquearnos y quedar así: vacíos. No porque nuestros sentimientos desaparezcan, lo he descubierto y no es así, es solo que dudamos si actuar o no hacerlo para no joderla más. La paz viene por otro lado. Quieres hacer como si todo fuera normal. ¡Dispárame! Dispara una palabra, sacúdeme o deja que el aire me asfixie desde adentro como en mis más horrendas pesadillas. Oh, mundo, levántame o al menos haz que el suelo sea más suave, no tengo problemas en quedarme aquí si no me dejas alzar la cabeza y reivindicarme. Pero te advierto, mundo, mundo, maldito desleal, que cuando me pare sin tu ayuda mi corazón estará rasgado, mi piel un poco herida y no podré volver a mirarte igual. Mundo, he visto tan poco de ti que aún te quiero, pero, vamos, ¡dispárame! ¿A dónde vamos? Lo que veo ya no es humano, ellos pasan y pasan sobre mí. Me he fundido con el pavimento  en la más gris de las tardes.

2 de octubre de 2012

Antes y ahora, diferente

Posted by with No comments
Lo usual es que la gente que dice ser diferente sea la más común: hay tantos que dicen serlo y al final es solo para excusarse por ser iguales a los demás. Yo me siento diferente, nunca me sentí parte de un grupo con gente como yo. Ahora pensarán que sí soy como las personas que describí líneas arriba, y no sé... no creo, no recuerdo ir repitiéndole a todos que lo sea, sino que, más bien, se han dado cuenta por sí solos. Esa pizca de orgullo de nos ser tan igual siempre estuvo en mí y me hacía sentir ¿diferente? ... déjenme hallar otro adjetivo... ¡auténtica! Me hacía sentir yo, ¡eso es! Solo puedo afirmar que me hacía - y aún me hace- sentir tan bien, aunque otras veces también me hacía querer ser como los demás, con el respeto que se merecen.

Académicamente, en el colegio me fue muy bien; en algunos otros aspectos, más o menos diría yo. Me causa nostalgia recordar a mi grupo de amigos: nos excluíamos como queriendo excluir a los demás, éramos como una élite de rareza y no pasábamos de los cinco miembros, más algún paracaidista que acogíamos esporádicamente. Pasó el tiempo y la escuela fue una etapa concluida más, ¿Y ahora? No nos buscamos, ¡pero cómo sonreímos cuando nos encontramos! Cada uno de nosotros se volvió una pieza del rompecabezas, la presencia o la ausencia de cada uno se sentía y juntos, para bien o para mal- aunque yo creo que más para bien- nos fuimos haciendo "chicos grandes".

Ahora la universidad me ha mostrado un tipo nuevo de amistad- sin desmerecer a mis buenos amigos de siempre- que me sorprende cad adía más. Es como un pequeño matrimonio... no, no, ¡es como un gran matrimonio! Puedo decir lo que opino y no lo resalto porque antes no lo haya hecho, lo diferente es que ahora me siento más cómoda porque la gente que me rodea es fantástica e interesante, así, ir a la clases es más que solo ir a escuchar a un profesor: es crecer, dejar crecer mi mente. Hablo, pienso, grito, río, hago lo que quiero y San Marcos, mi San Marcos- ¿querrá ser mía? - me ha mostrado un microcosmos dentro de Lima y tiene todo lo que siempre quise. Siento que estoy en lo mejor de mi vida. 

1 de octubre de 2012

Wednesday's song, oh Johnny

Posted by with No comments

Don't you just say "wed-nes-day" in your mind when you write it?

Listen to Wednesday's song, you'll make the god of the guitars happy.


Escrúpulos

Posted by with No comments
Leí esto en alguna parte, también lo oí de mi padre:

"El pan que no se lucha se come con vergüenza"

Ojalá fuera así, ahora me parece que ya casi nadie tiene escrúpulos.

26 de septiembre de 2012

Frágil

Posted by with No comments
Recuerdo haber visto un video de él en el cual era prácticamente un cadáver dando entrevistas y también recuerdo que un par de imbéciles se burlaron de mí por saber cosas sobre alguien que no sabe nada de mí... para empezar, ni que existo. 

No sé si le esté atribuyendo falsedades a alguien que no conozco y tampoco sé si esté endiosando a un simple humano, pero sus ojos me cuentan su historia y él me conmueve, tengo corazón... o acaso un hemisferio derecho bien ejercitado que no puede dejar pasar a un hombre así: John Frusciante, nacido un cinco de marzo- me emociono cuando me doy cuenta de que compartimos un signo demente y un tanto dramático-, actualmente casado y dios de la música. Que me haya descargado una canción gratis de su página web pudo haber sido un error, pero que él me nos emocione cada vez que sus manos se aferran a su guitarra como si se tratara de una parte más de su cuerpo, no lo es. 

Frusciante antes de dormir... si aún no sabes qué es eso, ahora es el momento:



John Frusciante: Unreachable

"Sus ojos me cuentan su historia... y quiero oírla toda"


16 de septiembre de 2012

No te confundas

Posted by with No comments
No confundas alegría con felicidad
No confundas humildad con falta de amor propio
No confundas vacío con falta de palabras
No confundas depresión con paz mental
No confundas tus ganas de enamorarte con amor
No confundas aburrimiento con hambre
No te confundas que de tanto re-pensar no actúas
Que de no actuar te haces viejo
Viejo, no anciano.
Por cierto, no confundas anciano con viejo
Que los ancianos están llenos de historias y depende de ellos si las quieren contar o no
Pero a los viejos, ¡ay los viejos! A ellos nadie los escucha y la diferencia es que ni ellos mismos se quieren escuchar.

Muévete que el micro se va, que el profe te desaprueba, que los cupones se vencen, que alguien más lo empieza a enamorar, que el revendedor te cambia las entradas o que te empiezas a morir cuando ni siquiera has vivido. No te arrepientas y siente, pero no dejes de pensar bien.

25 de agosto de 2012

Posted by with No comments
Cuando tu inspiración se va y ninguno de tus borradores te convence, es hora de entregarte a tu cama y a tus pensamientos. Lo digo yo.

23 de agosto de 2012

Posted by with No comments
Puede que peque de soberbia, ¿pero qué es es amor a nosotros mismos sino una pequeña soberbia? Allí donde tú podrías no ver nada, están muy bien guardadas virtudes y debilidades. Nuestras virtudes han de cubrir todo lo que de vez en cuando nos descubrimos en la soledad de nuestras habitaciones: esas manías, fobias,  fijaciones y tanto que nos puede provocar aversión, pueden resultarles encantadoras a quien menos lo hubiésemos pensado.

Hace poco me dijeron que el encanto todos lo perciben por igual y yo, sinceramente, discrepo. Me he sentido diferente desde que tengo uso de razón y mi comodidad con ello a muchos les parecía desconcertante. Me gusta lo único, lo que nadie más tiene, lo que pocos podemos ver en alguien más. ¿Cuál es la gracia de la belleza si para todos es la misma? No hay esfuerzo si no encontramos la belleza peculiar. La magia del humor, unos ojos cansados de tanto leer, una marca de nacimiento, una pequeña cicatriz... Y tantas otras cositas que cautivan están reservadas solo para aquellas almas dispuestas a sacar lo bueno de todo con mucha piedad. Esos son sentimientos verdaderamente tiernos.

Yo no creo ser precisamente el epítome de lo bello y lo bueno, pero, creo que en medio de mis confusiones tengo mucho por dar.

 Y pienso que las cosas funcionan mejor si sabes quererte.

Gracias.

14 de agosto de 2012

Porque somos superiores

Posted by with No comments
Debe haber sido hace un año y una semana. ¡Qué rápido!-como suelen decir los que no disfrutan el año, en la víspera de Año Nuevo. Pienso que si ya no duele recordar es porque lo has superado, así que estamos bien, muy bien. Y la verdad es que ya lo había superado en casi todo, menos en su capacidad para mentir. Para mentirse. No es que cuando quieras a alguien te compares con él ni lo compares con los demás, sino que cuando lo dejas de querer notas lo inverosímil que resulta a estas alturas imaginar que alguien como tú pudiera haber desfallecido por alguien como él. 

Al diablo esos cabellos, la sonrisa endemoniada y las notas musicales que traía entre sus dedos. ¡Qué bien te puedes sentir cuando el malo es un gatito contigo! ¡Y qué bien se deben haber sentido las gatitas que compartieron el mismo sobrenombre sin saberlo! O sin darle importancia, qué se le va a hacer.

7 de mayo de 2012

Posted by with No comments
No es exclusividad. Se trata de respeto, queridos míos.

8 de abril de 2012

Posted by with 4 comments
Mañana tengo clases. En realidad, mañana empiezan mis clases. Pude haber hecho todo lo que siempre quise en estas no tan cortas vacaciones, pero no hice mucho. Pude, por ejemplo, haber aprendido a tocar una canción, aprender a cocinar algo nuevo, o incluso comer algo nuevo. Ahora recuerdo por qué necesito anotarlo todo: a veces es como si mi cabeza recopilara lo que menos necesito (aunque reconozco que fue una hablidad útil para exámenes cuyo único fin era la nota). Bueno, sin más tiempo para decir algo más, esta entrada se basa en mis ganas de ver (500) Days of Summer, con Zooey Deschanel.

Regina Spektor-autora de la canción y dueña de la voz que acaricia sus tímpanos- genio.


3 de abril de 2012

Primera entrada, oh por Dios!

Posted by with No comments
Confirmado: Durante una "atracadera" bárbara en una avenida puedes, además de llenarte la cabeza de ideas asesinas contra cobradores, choferes, escolares y otros, pensar en una entrada de bienvenida para tu recién estrenado blog. 

El sujeto del asiento de atrás debe estar preguntándose por qué una chica al borde de la mayoría de edad todavía se dibuja el logo de su banda favorita- Red Hot Chili Peppers, por cierto- en las uñas y mira con falsa actitud filosófica el caos fuera del carro. O bien, lo más probable es que ni se haya percatado de que estoy allí.

Hace mucho quise empezar con un blog. Lo hice, lo dejé, lo abandoné, rajé de él, me reí de mí, mas no se repetirá (lo último sí, sí, siempre). Es que quizá mi vida no sea la más interesante, pero, ¡vamos!, todos tenemos un lado voyeur y un blog personal contribuye con ello. Que sea personal no significa que lo emplearé como diario (tan bajo no caeré), es solo que de mucho hablaré por aquí. Entretente, reflexiona, identifícate, pero sobre todo, entretente. Gracias por leerme, pásale la voz a tus amigos y si me conoces, adórame. Bueno, no, nunca tanto. Aunque pensándolo bien...

Hasta una nueva oportunidad.


I'm so darn glad he let me try again!